Wednesday, April 2, 2014

En primera fila
                       Historial de prisiones, ¡Un asco!
                                                           Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*  
Contacto nuestro en redes sociales, aunque no conocido en lo personal, el litigante Sergio Humberto López, Camejo ahora sabemos, se convirtió, de permanente analista y crítico de las acciones de gobierno, en víctima de un contacto común que se le fue encima con ocasión de sus comentarios en torno al reciente motín del Centro de Reinserción  Social (Cereso) de Chetumal, que provocó el aún titular estatal de la Secretaría de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo.
Director de Prevención y Readaptación Social del Estado hasta diciembre de 2006, cuando era investigado por la fuga de Adelaido Hernández Gallegos (a) “El Padrino”, con ocasión de una “cuerda” de reos de la cárcel municipal del municipio Benito Juárez al Cereso de Chetumal, en la que murieron tres presos, el ex funcionario puso de manifiesto este martes una serie de irregularidades sobre el tema del penal.
Generalmente centrado en sus apreciaciones sobre los principales comentarios diarios del Facebook, el abogado litigante, tal y como se describe en la red -dice haberse graduado en la Universidad Icel de la Ciudad de México- opinó que los motines exhiben la inexperiencia de las autoridades en materia penitencia, que por lo general se dan por falta de tacto y sensibilidad, abusos de la propia autoridad y desatención, “pero que sigan manteniendo a Villa y su cuadrilla de hampones”, agregó.
Apenas el domingo externó haber tenido noticias de que, en lugar del director del penal, Joel Flores Cardoso, “al que retuvieron y golpearon los reos es al subsecretario de Prevención, Liogon Beltrán (Jesús Armando”, lo que, en su opinión, “de ser cierto, se repite la historia de Liogon en islas Marías, de donde lo corrieron por pasarse de… y autoritario, no cambian y Villa, ni se diga...”
         Familiar de uno de los más de mil 100 internos, Mirna Zapata opinó que una de las causas del motín sería el “autogobierno” y la existencia de “patrones”, a lo que Sergio López refirió que “es triste y complicado”, tras lo cual recordó haber sido director de Prevención, y en cuatro años “jamás tuve un incidente de este tipo y jamás me ofrecieron peso alguno, pero eso sí, desde un principio les dejé en claro el respeto a la ley”.
Según él, cada viernes desahogaba audiencias personales apoyado con sus jurídicos y jamás se comprometió con nadie, aunque le quedó claro que el reo no pide nada extraordinario, sólo que lo atiendan, escuchen, y que no le prometan nada “porque si no le cumples hay problemas y todo esto es parte del tacto y sensibilidad que deben tener las autoridades, aunado al trabajo técnico que debe prevalecer”.
Tan sencilla que parecía su explicación que, ingenuamente, hasta nos preguntábamos ¿qué diantres hace Bibiano Villa en el Cereso?, pero intervino “Abraham Cohuó Uicab Chanchamito”, quien le refutó: “ándale, tu período fue tan bueno, que por eso saliste por la puerta de atrás”, y luego “creo se te olvidó que te despidieron por una fuga y riña suscitada en Cancún, en 2006, donde murieron tres personas”.
Según crónica de Jaime Palomo en la página Sipse.com, en aquel 8 de diciembre fungían como director de la Fuerza Interinstitucional Policial, Pablo Lucio Quiroga Ríos, y como comisionado de la Dirección General de la Policía Preventiva, Tránsito y Bomberos, Adrián Samos Medina.
Sergio López asentó que su salida fue por un supuesto desvío de recursos, cuando ni siquiera manejaba recursos, “y todo por negarme a recibir obras mal hechas, como las cárceles de Cozumel, Playa del Carmen y el Cereso, y tan es así, que hasta envenenado salí”, por lo que pidió a su interlocutor documentarse primero.
Con todo, apuntó que, gracias a Dios, puede decir que, después de tres años de lucha, ha salido avante, y ahora dedicado al trabajo, aunque reiteró que su despido fue “para sacarme de la jugada y pudieran hacer sus transas”, entre las que refirió una fuga de los colombianos orquestada por el entonces propio secretario de Gobierno, el flamante “Gallina” Ovando (Eduardo Ovando Martínez) y Verónica May (Villanueva), que, consideró, “ahora disfrutan sus tres millones de dólares (¡!), que recibieron por la fuga”.
(En enero de 2011, entonces como directora de Prevención y Readaptación Social, Verónica May también fue asociada con la fuga de cinco reos de la cárcel de Cancún, con uno de los cuales sostendría una relación sentimental -el cubano Onel Ernesto del Sol Valdes-, acusación que ella atribuyó a una venganza del ex director del penal, Jorge Mendoza Argüelles, quien quedó detenido)
Para corroborar su dicho, Sergio López ofreció el testimonio del Lic. Argüelles -al parecer, se refería a Mendoza Argüelles-, quien habría estado preso dos años, por lo que pidió no irse “con la finta ni creamos lo que nos cuenta el Gobierno; esa fue una gran enseñanza para mí y que ahora ya no me la trago”
         Más adelante, aclaró que ya no era funcionario, cuando la fuga de Cancún, “ya estaba Verónica, yo no tuve ninguna fuga, más que el incidente que se dio en Playa del Carmen, cuando el ciclón y que se cayeron las bardas y hubo dos fugas, a uno se recapturó, y del otro ya no supe”.
No obstante, “Chanchamito”  insistió en que, conforme a sus archivos, aparecía que el profesional tuvo que comparecer junto con Pablo Lucio Quiroga por ese asunto, que se desató por el traslado de “El Padrino” y que “estoy elaborando una nota sobre fugas en Quintana Roo”.
         Intervino en la plática Bernardino Perera Ayala, quien pidió tener cuidado a “Chanchamito” porque “tú eres parte de esa autoridad”, a lo que éste aclaró “nada, simple reportero, que informo a la sociedad”, aunque aquél insistió en que “tienes la doble faceta eres servidor público y reportero”.
         Por su lado, Sergio López reiteró a Cohuó Uicab que “tienes mal tus datos” y que la única vez que compareció fue para denunciar a un tal Alejandro, un dizque abogado –“cuñado de una de las Hendricks”, aseguró- que decía ser subdirector de Prevención, cuando apenas tenía secundaria, pero que, junto con Dina Garma, intentó liberar a dos reos de Cancún, lo que puede corroborar Iza Badia (Juan Carlos), entonces director del penal.
 Agregó que “Alejandro” salió libre bajo fianza de 50 mil pesos, h que al querer despedir a Dina Garma, ésta difundió que la acosaba, y más aún cuando supo que era sobrina de un subsecretario de Gobierno y que es guatemalteca, pero sigue trabajando en gobierno, lo último que supo, en la Dirección de Notarías.
Por hoy, el cuento se alargó, pero “amenazamos” con seguir mañana.

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)
        
*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.


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Tuesday, April 1, 2014

En primera fila
                        CERESO de Q. Roo, ¡entre narcos!
                                                           Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
         Recién nos enterábamos el sábado del motín en el Centro de Reinserción  Social (Cereso) de Chetumal, con saldo de por lo menos cuatro internos y tres custodios lesionados, en un evento vespertino que, controlado desde la noche del mismo día, implicó la retención del director del penal, Coronel de Infantería retirado, Joel Flores Cardoso.
         La verdad es que nos negábamos a comentar sobre el tema por no ser noticia, ya que la verdadera novedad sonó a chiste, curiosidad, como para decir que este tipo de cosas sólo ocurren en Quintana Roo: La causa de la rebelión de los internos hacinados en esa prisión de la avenida Insurgentes, donde, de una capacidad de hasta 800 internos, cuenta con mil 100, bueno eso según las autoridades, es decir con una marcada sobrepoblación.
         Contra la normatividad del sistema penitenciario mexicano, el gasto por los presos que no pertenecen al fuero común debería estar a cargo de la Federación, pero, por angas o por mangas el Gobierno del Estado es el “pagano” en el Estado, al igual que en la mayoría de las entidades.
         Pero vaya, el caso es que éste no es el problema de fondo, y menos en ese momento, sino que los presos estaban “indignados” porque las autoridades carcelarias se habían “atrevido” a castigar a Heriberto Campos Martínez (a) “El diablo” por sospechar que poseía mariguana. El preso, cuyo mote es similar al de otro interno de Cancún -Héctor Cacique Fernández-, es nada uno de los “líderes” del penal capitalino. Al otro “jefe” le apodan “El César”, al parecer Julio César Mancera Zamudio.
Se sabe que Campos Martínez asumió el autogobierno entre los reos después que Carlos Hernández Ramón y Raúl Alvarado Pacheco alias “El Mamito”, fueran castigados como responsables de introducir 40 kilogramos de mariguana al penal.
Lo cierto es que la existencia de droga en el penal tampoco es nuevo, como tampoco el nombre de quiénes serían los responsables de ello, ya que se habló suficiente de ello con ocasión de la renuncia de la periodista Isabel Arvide Limón como “asesora” de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, a cuyo titular, Carlos Bibiano Villa Castillo, acusó del control del tráfico de drogas este CERESO y la cárcel de Cancún.
Ahora bien, apenas nombrado hace unos meses, Flores Cardoso fue retenido por los internos al ser sorprendido en los patios del inmueble, aunque liberado dos horas después luego de que el procurador de Justicia del Estado y el titular de la Secretaría negociaran con los presos. Por lo menos ya sabemos cómo lo hace éste último.
Elementos del Ejército y de la Armada reforzaron el operativo de la Policía Estatal Preventiva, que empleó gases lacrimógenos para someter a los amotinados, que se calmaron después de levantado el castigo contra “El diablo” por haberse tratado de un supuesto “malentendido”, aunque, según Villa Castillo, sólo participaron en ese movimiento unos 300 presos.
         El motín, del que se habló de disparos, pedradas, incendios y de por lo menos dos armas de fuego, se reportó antes de las cinco de la tarde, durante la visita familiar, y lo organizó gente de Campos Martínez, a quien se habría confinado eventualmente al área de castigo.
         Ahora bien, la falta de noticia es porque ya todo mundo conoce del tráfico de drogas, el pago de “cuotas”, del “liderazgo” del “Diablo”, el papel de Villa Castillo y el tema del “autocontrol” del penal -que algunas autoridades carcelarias consideran “necesario”-, por lo que tal vez el único inocente por no “encajar” en ese “negocio” sea Flores Cardoso, aunque también se duda si realmente él manda o el titular de la Secretaría.
         Nosotros y medio mundo también nos preguntamos lo mismo, aunque, por lo que se ve, el funcionario tiene buena “vibra” con Campos Martínez, ya que, a sabiendas de que “El diablo” es un reo conflictivo ha mantenido a éste en Chetumal contra viento y marea, aunque ahora nos dicen que también está involucrado el Subsecretario de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de la Secretaría, Jesús Armando Liogon Beltrán.
         Nombrado apenas en abril del 2013, la decisión puso de cabeza a medio mundo por tratarse de una persona conflictiva que, donde mete la turbia mano, todo se oscurece y surgen problemas -pregúntenle al alcalde de OPB, Eduardo Espinosa Abuxapqui-, por lo que, junto con Villa Castillo son dinamita pura, y más en eso del manejo de “bisnes”, y más  en el penal, donde es lo que más abunda.
         Las infructuosas denuncias no son nuevas, pero nadie le ha puesto el “cascabel” al gato. El último reporte del familiar de un recluso fue que los “patrones” Diablo y EL César obligaron a apoyar el motín armados con cuchillos y tres pistolas que usan para su protección (¿?) y utilizaron para escudarse en los visitantes que quedaron en el penal.
Días antes, los “patrones” ordenaron investigar quiénes filtraban información, y los culpables recibirían una golpiza, ya que, entre otros, los cabecillas lucran con los 40 cuartos conyugales, por los que cobran entre 50 y 100 pesos la hora, como si se tratara de un motel, además de una “mochada” al encargado y un interno allegado que también vende droga.
Los “negocios” también incluyen la renta de ventiladores en 50 pesos, televisores pequeños o reproductor de video en 50 pesos, en tanto también se “ofertan” grabadoras, refrigeradores o celulares, cuyo uso autorizado se limita a la “comitiva” del “Diablo”, que cuenta con “watsap” y “facebook” para evitar “soplones” que, en algunos casos, han sido castigados por ponerse en contacto con la prensa.
Se han denunciado más “linduras” que persisten en el CERESO, pero ya las daremos a conocer en nuevas colaboraciones. ¡Así están las cosas!

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)
        
*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

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